La leyenda del “Bigotón” Azkargorta comenzó en el CD Laudio

Por Jagoba Sedano Garay – Presidente del CD Laudio

El reciente fallecimiento de Xabier Azkargorta en Bolivia, a cuya selección guió hasta su primera y única participación en una Copa del mundo, en 1994, nos trae a la luz otro de los muchos capítulos semidesconocidos de la casi centenaria historia del CD Laudio. Y es que Azkargorta no sólo jugó en nuestro club sino que precisamente aquí nació su seña de identidad, un monumental bigote que acabó rebautizando al entrenador vasco más universal de la historia: el “Bigotón”.

Xabier nació en Azpeitia el 26 de septiembre de 1953 y comenzó a jugar en las categorías inferiores del club de su pueblo, el Lagun Onak, hasta que en 1969 pasó al juvenil de la Real Sociedad. Un año después ingresó en el Athletic Club, pero el trasvase fue ajeno a la “guerra” de jugadores que a veces ha existido entre los dos grandes clubs vascos. El Athletic, simplemente, se aprovechó de las circunstancias, pues el joven Xabier quería estudiar medicina y mientras que en San Sebastián no existía facultad de dicha carrera, en Bilbao sí la había.

Tras una temporada en el juvenil del Athletic Club y otra, 1971/72, en la que jugó en el que entonces era su segundo equipo filial, el San Mamés (en sus obituarios se ha reiterado equivocadamente que actuó en el Bilbao Athletic), en el verano de 1972 Xabier Azkargorta aterrizaba en Llodio cedido por el Athletic. La empresa Villosa acababa de cesar en su patrocinio al club, que había pasado a denominarse SD Llodio, y su primer equipo se preparaba para afrontar una nueva campaña en una fortísima Tercera División, en una época en la que las categorías nacionales estaban compuestas por Primera y Segunda División y cuatro grupos de Tercera.

La temporada 1972/73 concluiría para el Llodio con un descenso que pocos habían pronosticado, sólo explicable por el pésimo estado del desaparecido campo de Altzarrate (que fue el peor enemigo para un equipo basado en la técnica), por una increíble falta de puntería y por la baja de dos baluartes del juego defensivo, como Escalza (luego internacional) y Ramírez Escudero, que en verano habían pasado al Athletic. Partido tras partido, las crónicas hablaban de la gran calidad del juego del Llodio, pero el equipo estaba negado ante el gol y poco a poco fue cayendo en la desmoralización que provoca perder ante conjuntos que, con muy pocos argumentos, acaban haciéndose con el triunfo.

Xabier Azkargorta sin su famoso bigote en un once inicial de la SD Llodio en Altzarrate durante la temporada 1972-73
Xabier Azkargorta ya con el bigote posando con la SD Llodio en San Mamés durante la misma temporada 1972-73

Lo cierto es que la escuadra llodiana contaba con individualidades brillantes. José Ramón “Talín” Alesanco e Iñaki Oñaederra (médico también), compañeros de Azkargorta en su periplo llodiano, jugaron luego en Primera División, y José Ramón llegaría incluso a participar en el Mundial 1982 y en la Eurocopa 1980.  Otros, como Iñaki Dueñas, actuaron poco después en Segunda División, y en la plantilla había también varios elementos que ya habían jugado en categorías superiores, entre ellos el veterano Víctor Urquijo, gloria del fútbol laudiarra, ex jugador del Athletic. Por tener, el Llodio tenía hasta un entrenador que, además de jugador de Wolverhampton Wanderers, Coventry City, Athletic y Barcelona, había sido “coach” del Birmingham City, Emilio Aldecoa, un dandy que acabaría siendo sustituido durante la temporada por Félix Basterra.

Azkargorta llegó a Llodio sin bigote pero con ganas de dejárselo crecer. En el Athletic no estaban bien vistos los bigotes ni las barbas, así que aprovechó su venida al Llodio para materializar su idea de rediseño facial, y estando entre nosotros no tardó en dejar florecer el espeso bigote que le acompañó hasta la tumba y que le dio su sobrenombre de “Bigotón”. Es decir, aquí, en el CD Laudio (entonces SD Llodio), se pudo ver a Xabier Azkargorta por última vez sin mostacho y por primera vez con él.  Azkargorta sin bigote es casi un concepto imposible, como una primavera sin flores y, de hecho, tratar de encontrar por Internet una foto suya sin bigote a través de cualquier buscador resulta una tarea prácticamente imposible. Sin embargo, aquí incluimos dos imágenes del joven Azkargorta como jugador de la SD Llodio (el clásico “antes y después”) en las que se le ve sin y con bigote. Con la primera foto, que corresponde a uno de sus primeros partidos con el Llodio, y que casi podríamos decir que constituye una primicia mundial, se acredita que hubo un tiempo en el que Xabier Azkargorta vivió sin bigote, contradiciendo así a los muchos que durante años han defendido con vehemencia que Xabier  nació ya con bigote; en la segunda, siempre vistiendo la camiseta del Llodio (en este caso la reserva), aparece ya convertido en el auténtico, genuino y eterno “Bigotón”, en un partido de la recta final de la temporada, el disputado en San Mamés ante el Bilbao Athletic.

El punto álgido de Azkargorta en el Llodio se produjo precisamente el día de su debut. El cuadro rojiblanco había abierto el campeonato con una injusta derrota en el campo de la Ponferradina (0-1) y se enfrentaba al Langreo, que acababa de descender de Segunda División. Cuando todo parecía encaminado al empate, en el último instante del partido Carlos Achaerandio sacó una falta desde la derecha y Xabier Azkargorta remató a la media vuelta; el balón, tras dar en un poste, se introdujo en la portería, otorgando la primera victoria al Llodio. Azkargorta era un delantero centro físicamente fuerte, no muy alto para su posición, algo lento pero con buenos fundamentos técnicos, y durante su estancia en Llodio se pudo apreciar ya su interés por analizar y entender el juego, preludio de su futura carrera como entrenador. Seis tantos marcó en los 31 partidos que jugó en su temporada llodiana, convirtiéndose en el segundo goleador del equipo tras el extremo izquierdo Luismari Lekue, que hizo siete. Cifras que expresan la poca “pólvora” de aquel  Llodio con juego de alta escuela pero peleado con el gol.

Con la baja del Athletic en el bolsillo, retornó a sus orígenes, al Lagun Onak, donde una lesión le trasladó desde el césped hasta el banquillo de entrenador. En esa nueva faceta se fue fogueando en el propio Lagun Onak y en el Aurrera Ondarroa, en una Tercera que ya era el cuarto nivel del fútbol, y en el Nàstic de Tarragona, en Segunda B, mientras llevaba al límite su sed de conocimientos, hasta el punto de sacrificar incluso varias vacaciones veraniegas para acudir a Escuelas de fútbol en Francia, que entonces estaban en la vanguardia mundial en materia de formación. En el curso 1983/84 obtuvo la recompensa a sus esfuerzos, puesto que el entonces denominado RCD Español le dio la oportunidad de entrenar en Primera División a pesar de ser un desconocido para el gran público y de tener tan solo 30 años. Aquel señor de aspecto decimonónico que empezó su periplo profesional en el fútbol llamando la atención por ser licenciado en Medicina, se convertiría pronto en un auténtico personaje gracias a la inteligencia y el carisma que destilaba en todas sus intervenciones.

Xabier Azkargorta durante su época como entrenador del RCD Espanyol

Durante ocho temporadas consecutivas dirigió a cuatro equipos de Primera, Espanyol, Valladolid, Sevilla y Tenerife, pero todo su pasado, y todo su futuro, quedarían empequeñecidos al lado de su gran gesta vital, que fue la de toda una nación, Bolivia. El país andino era una de las clásicas “cenicientas” del fútbol sudamericano hasta que el “Bigotón” o el “Vasco”, como también se le conoció al otro lado del Atlántico, llegó a aquellos lares. Entonces era extraordinario que un técnico del fútbol español marchara al extranjero pero Xabier Azkargorta no se conformó con abrir un camino que luego seguirían Guardiola, Roberto Martínez, Xabi Alonso, Lopetegui… sino que lo coronó con un éxito rotundo:  clasificó a la selección boliviana para un Mundial, por primera vez en su historia. La cita era en los Estados Unidos, en 1994, y Bolivia desempeñaría un digno papel cayendo ante la vigente campeona mundial, Alemania, 0-1, en el partido inaugural, empatando sin goles con Corea del Sur y perdiendo frente a España por 1-3. Nunca más Bolivia ha saboreado las mieles de un Campeonato del mundo, y aquella proeza quedó grabada en el corazón de todo el pueblo boliviano, generación tras generación, incluso en el de aquellos para los que el fútbol no despierta interés.

Azkargorta se convirtió en una leyenda en Bolivia y la devoción fue recíproca porque aunque Xabier aún tuvo más aventuras en el fútbol, entre ellas la dirección de la selección nacional de Chile, del Yokohama Marinos japonés, del Chivas mexicano… cuando se retiró de los banquillos decidió quedarse a vivir en Bolivia, donde ha fallecido el pasado 14 de noviembre de 2025, semanas después de cumplir 72 años, tras un tiempo padeciendo problemas de salud. No puede afirmarse que ese día muriera la persona y naciera el mito, porque ya lo era en vida, al menos en Bolivia, pero sí podemos decir que su inconfundible y mundialmente famoso bigote, el del “Bigotón”, nació en el CD Laudio.

429740_azkargorta-xavier-02-seleccion
Azkargorta con la selección de Bolivia, a la que clasificó por primera vez para un Mundial en 1994